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Proceso de ensilaje

Unidad de Apoyo para el Aprendizaje
PIAPIME ID 2.22.29.23.

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Introducción

Con base en McDonald y col. (1991), existe evidencia histórica de que el ensilaje se ha practicado desde hace aproximadamente 3 mil años. Mencionan que algunos de los murales descubiertos en Egipto (1000–1500 años antes de la era actual) representan la conservación de gramíneas por ensilaje; asimismo, se han encontrado silos en las ruinas de Cartago en África (actualmente Túnez), que datan de hace 1200 años antes de nuestra era. A este respecto, cabe preguntarnos:

Ensilaje en proceso y ensilaje finalizado

Ensilaje en proceso y ensilaje finalizado
Imagen 2. Ensilaje en proceso y ensilaje finalizado

Weinberg y Muck (1996) lo describen como un método de conservación para los forrajes húmedos, que se fundamenta en un proceso de fermentación de los carbohidratos solubles, realizado por bacterias ácido-lácticas bajo condiciones anaeróbicas, como resultado se obtienen ácidos orgánicos, principalmente ácido láctico; éstos productos favorecen la disminución del pH y la inhibición de microorganismos que producen la putrefacción, de esta manera se logra la conservación en espacios físicos de almacenamiento llamados silos y el producto obtenido se denomina ensilado.

La importancia que reviste el conocimiento y aplicación del ensilaje es que una vez que se han producido los forrajes y son cosechados, su disponibilidad podría ser abundante, por ello, es imprescindible aplicarles un proceso de conservación que permita su utilización paulatina en la alimentación del ganado. Cabe agregar que el ensilaje es una técnica ampliamente utilizada en nuestro país y en el mundo en la producción animal con el beneficio consecuente en la generación de alimentos de origen animal para la alimentación humana.

Finalmente, las dos familias botánicas que se utilizan principalmente con fines forrajeros son las gramíneas y las leguminosas, a continuación se muestran algunos forrajes de cada familia:

Para profundizar en el conocimiento de las particularidades del proceso de ensilaje, se desarrollarán los siguientes temas:

I. Proceso de ensilaje
II. Fases del proceso de ensilaje
III. Factores que afectan la fermentación del ensilado
IV. Evaluación del ensilado
V. Tipos de silos
VI. Cálculo del volumen a ensilar

Objetivo

Objetivo: Identificar al ensilaje como un proceso de conservación de forraje utilizado en la alimentación animal asociando las características de calidad del ensilado obtenido y los diferentes tipos de silos en los que se lleva a cabo la conservación.

I. Proceso de ensilaje

Antes de comenzar con la descripción del proceso de ensilaje, es importante aclarar algunos conceptos. Ensilaje se refiere al proceso de conservación; ensilado es el producto obtenido (forraje conservado); y silo es el lugar físico en el cual se lleva a cabo dicho proceso. Como se mencionó en la introducción, los forrajes que se utilizan con mayor frecuencia como alimento para el ganado pertenecen a las familias de las gramíneas y de las leguminosas. Para lograr un proceso de conservación adecuado es necesario seguir de manera cuidadosa una serie de pasos que, de acuerdo con Urrutia y Meraz (2004) y Cervantes Becerra et al. (2013), son básicamente cuatro:

El forraje seleccionado para ensilarse debe cosecharse fresco, por ejemplo, el maíz, que es la gramínea más utilizada en el país para ensilarse, debe cumplir con ciertos requisitos como un alto contenido de humedad, primordial para el proceso, ésta debe estar entre el 62 y el 70 % y las características que debe presentar el grano de maíz es que debe encontrarse en un estado lechoso-masoso. En este estado de madurez, el grano contiene la cantidad de nutrientes y humedad adecuados para el proceso de fermentación y de acidificación del medio, evitando así que el forraje se pudra. En la imagen 1 puedes ver la cosecha del maíz destinado al proceso de ensilaje.

Imagen 1. Cosecha de maíz

Después de la cosecha, se recomienda picar el forraje de tal manera que tenga un tamaño de partícula de 2 a 5 cm, reduciendo así la posibilidad de que se formen huecos durante su almacenamiento en los cuáles se guarde aire, que a su vez provoque que el forraje entre en un proceso de putrefacción. En la imagen 2 puedes observar un proceso combinado que incluye el corte y el picado del forraje.

Imagen 2. Proceso de corte y picado del forraje

Una vez que el forraje ha sido picado, se traslada al silo donde será almacenado. Para comenzar el llenado se van formando capas de aproximadamente 20 cm de espesor para someterlas a un proceso de apisonado (compactación), regularmente esto se lleva a cabo con la utilización de un tractor con el que se procura evitar que queden zonas que conserven aire y perjudiquen el proceso de fermentación anaeróbica (ausencia de oxígeno). En la imagen 3 puedes observar el llenado del silo y el apisonado del forraje.

Imagen 3. Proceso de llenado del silo y apisonado del forraje

El paso que completa el proceso de preparación para el proceso de conservación, este se lleva a cabo cubriendo el forraje con plástico para evitar el contacto con agua o aire del exterior; se recomienda cubrirlo con una capa de tierra de aproximadamente 10 a 15 cm, con el fin de evitar que el plástico se levante, en forma alternativa a la capa de tierra, pueden utilizarse otras estrategias con el mismo fin (colocación de llantas sobre el plástico, por ejemplo). En la imagen 4 puedes observar el proceso de tapado y la apariencia final.

Imagen 3. Proceso de tapado del forraje



Ahora que ya conoces los cuatro pasos iniciales que comprende el proceso de conservación, a continuación veremos las fases por las que pasa el forraje procesado, una vez que se encuentra tapado.

II. Fases del proceso de ensilaje

La conservación del forraje depende de condiciones particulares que comienzan cuando concluye el tapado y básicamente se fundamenta en dos mecanismos primarios: un ambiente anaeróbico y la fermentación de carbohidratos, que en conjunto, favorecen la producción de ácido láctico y de otros ácidos orgánicos, que a su vez favorecen la disminución del pH y evitan el crecimiento de microorganismos aeróbicos indeseables tales como hongos, levaduras y bacterias aeróbicas; aunque estos organismos indeseables pueden producirse a un pH bajo (menor a 4), la ausencia de oxígeno evita su proliferación (Moore et al., 2020).

Considerando lo anterior, para el proceso de ensilaje pueden considerarse en forma general cuatro fases (Garcés Molina et al., 2004; Martínez-Fernández et al., 2014; Campos Ramírez y Campos Solano, 2017; Moore et al., 2020 y Obinwanne Okoye et al., 2023):

Fase aeróbica
Esta fase comprende desde el corte del forraje hasta el inicio de las condiciones anaeróbicas. Después del tapado del forraje, las células vegetales obtienen energía por oxidación al consumir el oxígeno que aún queda disponible (ya que el apisonado no lo elimina completamente) y producen CO2, agua y calor (respiración celular), de esta forma, se crean las condiciones óptimas para que las células que continúan con su metabolismo sólo puedan obtener energía al formarse ácido láctico; en este contexto, el pH disminuye y proliferan los microorganismos favorecedores del proceso de fermentación. Durante este periodo, las enzimas vegetales (amilasas y fructanohidrolasas) hidrolizan oligosacáridos complejos, polisacáridos (celulosa y hemicelulosa) además de carbohidratos solubles o de reserva (almidón) para producir monosacáridos y disacáridos, ya que, en forma general las bacterias ácido-lácticas que se encuentran en los forrajes no tienen la capacidad de hidrolizarlos y por lo tanto de fermentarlos. Las enzimas de origen vegetal también hidrolizan las proteínas del forraje para obtener productos como: péptidos de menor tamaño, aminoácidos, amidas y amonio. Es importante señalar que la respiración celular provoca una gran cantidad de calor, si este es excesivo, provocará daño a las proteínas por reacciones de pardeamiento (reacción de Maillard o caramelización de los azúcares), afectando la digestibilidad de las proteínas. Es muy importante tener en cuenta que el olor a azúcar quemada es muy agradable para el ganado lo que ocasionaría el aumento del consumo de un ensilado con baja digestibilidad proteica, lo cual no es deseable.
Fase de fermentación
Esta fase tiene una duración de entre 7 y 30 días, dependiendo del forraje utilizado y de las condiciones generadas durante los cuatro pasos iniciales de preparación del ensilaje; se inicia al alcanzarse condiciones anaeróbicas en las que proliferan y dominan las bacterias ácido-lácticas (Lactobacillus, Pediococcus, Leuconostoc, Enterococcus, Lactococcus y Streptococcus) que se caracterizan por ser mesófilas (crecen en un rango de temperatura de 5 a 50 °C con una temperatura óptima de 25 a 40 °C) y ser también aeróbicas facultativas con preferencia anaeróbica. El ácido láctico que producen provoca la disminución del pH entre 3.8 y 5.0, evitando de esta manera el crecimiento de microorganismos no deseables (enterobacterias y clostridios) que no pueden sobrevivir a este pH. En esta fermentación láctica participan bacterias homofermentativas (sólo producen ácido láctico) y bacterias heterofermentativas (producen además de ácido láctico, ácido acético, alcohol y anhídrido carbónico).

Asimismo, además de la fermentación láctica, también puede llevarse a cabo una fermentación butírica, relacionada con un bajo contenido de carbohidratos, que provoca el descenso lento del pH, este tipo de fermentación es llevada a cabo por microorganismos anaerobios del género Clostridium que utilizan carbohidratos, el ácido láctico formado y aminoácidos; además de la producción de ácido butírico, se produce anhídrido carbónico, hidrógeno, amoníaco y aminas tóxicas (histamina, cadaverina o putrescina). Debido a esta baja concentración de carbohidratos, también pueden presentarse al mismo tiempo otras fermentaciones secundarias realizadas por hongos y levaduras que en ausencia de oxígeno producen alcohol (de los géneros Aspergillus, Fusarium y Penicillium), estos producen diversas toxinas. Inicialmente, las bacterias aeróbicas y anaeróbicas facultativas tales como enterobacterias y E. coli, actúan por unas horas para producir ácido acético a un pH de 7, sin embargo, no son benéficas para la fermentación debido a que aumentan la capacidad tampón (capacidad para amortiguar los cambios de pH) y dificultan la disminución del pH necesario para esta fase. Las fermentaciones llevadas a cabo en esta etapa, finalmente se interrumpen cuando no hay disponibilidad de carbohidratos o se inhibe el crecimiento de las bacterias ácido-lácticas por el pH bajo.
Fase de estabilización
La estabilidad del proceso en esta fase se alcanza cuando el pH se encuentra por debajo de un valor de cuatro, de esta manera, se inhibe la proliferación de las bacterias ácido-lácticas y en consecuencia la producción de ácido láctico y la actividad de las enzimas proteolíticas de las células vegetales.
Fase de utilización (deterioro aeróbico)
Esta fase comienza con la utilización del ensilado para la alimentación animal, ya que, cuando es expuesto al aire al ser destapado, los microorganismos aeróbicos latentes proliferan al utilizar los carbohidratos, el ácido láctico y el ácido acético disponibles, como resultado producen CO2, agua y calor; en conjunto, estas condiciones provocan un deterioro del ensilado.

La imagen 5 es una gráfica que representa las cuatro fases descritas del proceso de ensilaje.

Ventilación de la cuenca de la Ciudad de México
Imagen 5. Representación gráfica de las cuatro fases del proceso de ensilaje
Nota. Fuente: Elaboración propia a partir de Callejo Ramos, 2018

Como se ha explicado, los eventos que se presentan en cada una de las fases del proceso de ensilaje se encuentran bien definidos, sin embargo, existen diversos factores que pueden afectarlo y estos se mencionan en el siguiente apartado.

III. Factores que afectan la fermentación durante el ensilaje

De acuerdo con Callejo Ramos (2018), entre los factores que pueden afectar el proceso de fermentación del ensilaje se encuentran los siguientes:

Contenido de carbohidratos solubles en agua

Los carbohidratos solubles en agua son la principal fuente de energía para los microorganismos, los monosacáridos y los disacáridos tales como la fructosa, la glucosa y la sacarosa, se fermentan de mejor forma en comparación con los polisacáridos como el almidón, la celulosa y la hemicelulosa. El contenido de carbohidratos depende de varios factores como el tipo de planta, por ejemplo, las gramíneas tienen un contenido mayor en comparación con las leguminosas, el estado de maduración, las condiciones de manejo, la sequía, las variaciones diarias de carbohidratos (al parecer se incrementan por la mañana), la fertilización (no es deseable una alta concentración de nitrógeno), así como, la densidad del forraje (los carbohidratos disminuyen con una densidad elevada).

Capacidad tampón del forraje

La capacidad tampón de un forraje puede expresarse como los miliequivalentes de NaOH necesarios para subir el pH de 4.0 a 6.0 en un kilo de materia seca de forraje, en otras palabras, es la resistencia del forraje principalmente a la acidificación, por lo que, a mayor poder amortiguador es necesaria mayor cantidad de carbohidratos fermentables para producir más ácido láctico.

Contenido en humedad del forraje

A una menor concentración de humedad del forraje a ensilar, es necesario un mayor pH para alcanzar la estabilidad anaeróbica, ya que, la deshidratación del forraje favorece la pérdida de ácidos orgánicos y reduce la capacidad tampón; un pre-secado es útil para ensilar forrajes con bajo contenido de carbohidratos solubles y elevado poder tampón; al contrario, un elevado contenido de humedad provocará una mayor producción de efluentes y, por lo tanto, pérdida de nutrientes, así como con un mayor potencial contaminante.

Microorganismos predominantes

Una fermentación adecuada se logra cuando las bacterias ácido-lácticas predominan, sin embargo, los forrajes fertilizados con purines (mezcla de heces del ganado, restos de cama, alimentos y agua) contienen una población bacteriana disminuida y posiblemente sustituida por una flora perjudicial; en cuanto a las bacterias butíricas, éstas se encuentran en el suelo y provocan un mal proceso de ensilaje, por lo que, debe evitarse el corte bajo del forraje o el apisonado con las llantas sucias del tractor.

Hasta este punto ya conoces el proceso de preparación del ensilaje, las fases que comprende la fermentación y los factores que pueden afectarla, ahora es necesario que conozcas cómo puede evaluarse el ensilado, como un producto del proceso, lo cual abordaremos en el siguiente punto.

IV. Evaluación del ensilado

La evaluación de un ensilado (del producto del proceso de ensilaje), comprende la determinación de los siguientes indicadores de calidad:

    ● pH
    ● Materia seca
    ● Cenizas
    ● Proteína bruta
    ● Fibra detergente neutro
    ● Fibra detergente ácido libre de cenizas
    ● Almidón
    ● Digestibilidad enzimática y
    ● Energía metabolizable (MJ/Kg MS)

Por otro lado, también es importante evaluar el proceso de fermentación a través de la determinación de indicadores como:

Para profundizar en la información referente a los indicadores de calidad nutritiva y fermentativa de los ensilados, puedes consultar el capítulo XV de Manejo de forrajes para ensilar de Martínez-Fernández y col. (2014).

Aunque las mediciones de los indicadores de calidad de un ensilado, mencionadas anteriormente, son de gran importancia, no siempre existe la posibilidad de realizar un muestreo y enviarlo al laboratorio para su análisis, por ello, existe la posibilidad de evaluar la calidad del ensilado en forma organoléptica mediante otros indicadores como: el olor, el color o la apariencia general, que nos permiten obtener una información global del ensilado. En la siguiente tabla se mencionan las características a observar en cada caso.

Tabla 1. Características organolépticas del ensilado
Nota. Fuente: Elaboración propia a partir de Martínez Fernández et al., 2014

V. Tipos de silos

Ahora hablaremos de los silos y los tipos que existen, para ello debemos recordar que un ensilado es el producto del proceso de ensilaje de un forraje y que para llevar a cabo este proceso de fermentación se utilizan instalaciones, recipientes o construcciones llamadas silos, que protegen al ensilado de las condiciones ambientales y lo conservan en buenas condiciones hasta su uso para la alimentación animal.

Existen diferentes tipos de silos que pueden adaptarse a las necesidades de conservación, estos pueden ir desde estructuras cubiertas de bajo costo a estructuras permanentes de concreto o de acero, a continuación, se muestran algunos ejemplos.

Pasa el cursor sobre la imagen para revisar el contenido.

Imagen 6. Silo de Torre
Nota. Fuente: Mx. Granger (2021). Bean Tower [Fotografía]. https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Bean_Tower_2.jpg

Silo de Torre
Es un tipo de silo que prácticamente está en desuso debido a la inversión económica que implica su construcción y a la mano de obra para su manejo, tienen una forma cilíndrica y la ventaja la representa el llenado constante por la parte superior y el vaciado por la parte inferior, además de que el ensilaje tiende a empacarse bien por su propio peso (Imagen 6).

Imagen 7. Silo de Plataforma
Nota. Fuente: Mark Ahsmann (2014). Silage heap in Lozen, Belgium [Fotografía]. https://commons.wikimedia.org/wiki/File:20140725_Silage_heap_in_Lozen,_Belgium.jpg

Silo Plataforma
En este tipo de silo, el forraje es cubierto con plástico directamente sobre el terreno, aunque es económico en comparación con otros silos, la ausencia de paredes laterales representa una desventaja (Imagen 7).

Imagen 8. Silo tipo Búnker
Nota. Fuente: Mark Ahsmann (2014). Silage heap in Lozen, Belgium [Fotografía]. https://commons.wikimedia.org/wiki/File:20140725_Silage_heap_in_Lozen,_Belgium.jpg

Silo tipo Búnker.
Este tipo de silo se construye a nivel de suelo y las paredes pueden ser de concreto o cualquier material resistente, también son llamados silos horizontales (Imagen 8).

Imagen 9. Silo Trinchera
Nota. Fuente: Lucyin (2016). SHopea silo blanc plastike Hesbaye[Fotografía]. https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Hopea_silo_blanc_plastike_Hesbaye.jpg

Silo Trinchera
Este tipo de silo contiene una base (plataforma) y dos paredes laterales, aunque puede también tener una tercera pared en la parte trasera está no es práctica, ya que dificulta la carga (Imagen 9).

Imagen 10. Silo Zanja
Nota. Fuente: Pieter Delicaat (2016).Silage in Kalkar[Fotografía]. https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Silage_in_Kalkar_PM16_01.jpg

Silo Zanja
Es una variante del silo de trinchera, se aprovecha una pendiente natural del terreno realizando una excavación (Imagen 10).

Imagen 10. Silo en Túnel o en Bolsa
Nota. Fuente: Richard Webb (2006).Ag-bag-geograph.org.uk[Fotografía]. https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Ag-bag_-_geograph.org.uk_-_297071.jpg

Silo en Túnel o en Bolsa.
Para esta modalidad de ensilado se requiere el uso de maquinaria para embutir y almacenar a presión los forrajes en bolsas, este se extiende a medida que se va llenando hasta tomar una forma alargada similar a la de un túnel. (Imagen 11)

Imagen 11. Silos en Fardos
Nota. Fuente: W.carter (2016).Three tiers of silage bales[Fotografía]. https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Three_tiers_of_silage_bales.jpg

Silos en Fardos.
Al igual que el anterior, este tipo de silo requiere el uso de maquinaria para rotoempacar y encintar el forraje, los fardos resultantes tienen un peso final variable entre 900 y 1100 kg cada uno. (Imagen 12)

Hasta aquí has conocido los tipos de silos que existen, ahora surge la pregunta sobre qué volumen es necesario para ensilar una producción determinada de forraje a partir de un número de animales y del área disponible para cultivo. En el siguiente apartado te proporcionamos la información necesaria para responder a estos cuestionamientos.

VI. Cálculo del volumen a ensilar

De acuerdo con Martínez-Fernández et al. (2014), el volumen a ensilar en función de las necesidades de alimento de los animales se puede calcular con la siguiente fórmula:

En donde:

V= volumen a almacenar en m3
Q= ración diaria por cabeza en kg de materia fresca (verde)
T= duración del período de alimentación en días
N= número de cabezas de ganado
m= densidad del forraje ensilado en kg/m3

Ejemplo:

Calcular el volumen de almacenamiento para alimentar por un año a 200 vacas con un consumo diario de 5 kg de ensilado fresco, la densidad del forraje ensilado será de 800 por m3.

Por otro lado, si el volumen se determina a partir del rendimiento por hectárea, se puede calcular con la siguiente fórmula:

En donde:

V= volumen a almacenar en m3
P= producción en toneladas de materia verde/ha
A= superficie cultivada en ha
m= densidad del forraje ensilado en kg/m3

Ejemplo:

Calcular el volumen de almacenamiento para el forraje producido en 40 hectáreas con una producción de 8 toneladas de materia verde por hectárea, la densidad del forraje ensilado será de 800 por m3.

Finalmente, Cañeque y Sancha (1998), citados por Martínez-Fernández et al. (2014), mencionan que la densidad del forraje ensilado en kg/m3 varía de acuerdo con el tipo de forraje, a continuación, puedes observar algunas densidades reportadas:

● Hierba no picada................................................. 800-900 kg/m3
● Hierba picada .....................................................900-1000 kg/m3
● Hierba prehenificada* .......................................... 700 kg/m3
● Maíz en estado pastoso ....................................... 800 kg/m3

* El prehenificado es una técnica intermedia entre el proceso de henificado (secado) y el ensilaje, el contenido de humedad se encuentra entre 40 y 60 % de materia seca.

Como hemos visto, el proceso de ensilaje es un método de conservación de forraje, su importancia recae en la posibilidad de conservar en buen estado una gran cantidad de forraje al momento de cosecharlo y utilizarlo paulatinamente para la alimentación animal. Con lo visto en este recurso, ahora puedes diferenciar el ensilaje como un proceso, al ensilado como producto de dicho proceso y a los silos como el espacio físico donde se lleva a cabo.

También ya hemos visto los pasos necesarios para la preparación del ensilaje, las fases que se tienen lugar una vez completo el tapado, los factores que pueden afectar la fermentación del forraje, así como los indicadores de calidad a tomar en cuenta durante la evaluación del ensilado y los cálculos necesarios para estimar el volumen de almacenamiento para ensilar una cantidad determinada de forraje.

Ahora es momento de poner en práctica estos conocimientos, para ello, te invito a realizar las siguientes actividades.

Actividad de aprendizaje 1. Pasos del proceso de ensilaje

Para lograr un proceso de conservación del forraje utilizado como alimento para animales, es necesario seguir de manera cuidadosa una serie de pasos. Para recuperar lo visto en este recurso te invito a realizar la siguiente actividad, para la cual, es necesario que la visualices desde una computadora.

Actividad de aprendizaje 2. Fases del ensilaje

Para lograr un proceso de conservación adecuado, es imprescindible conocer los eventos que se presentan durante las fases del ensilaje. Con el fin de ubicar la información presentada en este recurso te invito a realizar la siguiente actividad, para la cual, es necesario que la visualices desde una computadora.

Actividad de aprendizaje 3. Tipos de silos

Un aspecto fundamental para el proceso de ensilaje lo representan los lugares físicos en donde se lleva a cabo, denominados silos, por lo que es necesario reconocer los diferentes silos que pueden utilizarse. Esta actividad la harás apoyándote en la información provista en este recurso. Es necesario que la visualices desde una computadora.

Autoevaluación. Generalidades del proceso de ensilaje

La ejecución del proceso de ensilaje representa un gran beneficio en la conservación de los forrajes utilizados en la alimentación animal, por lo que, son esenciales los conocimientos que fundamentan dicho proceso incluyendo la evaluación del producto obtenido.

Fuentes de información

    Básicas
  • Callejo Ramos, A. (2018, enero-febrero). Conservación de forrajes (V): Fundamentos del ensilado. Frisona Española, 223, 70-78. https://www.revistafrisona.com/Noticia/conservacion-de-forrajes-v-fundamentos-del-ensilado
  • Campos Ramírez, J. J. y Campos Solano, G. (2017). Aspectos básicos del ensilaje. Ministerio de Agricultura y Ganadería de Costa Rica. https://www.mag.go.cr/bibliotecavirtual/AV-1742.pdf
  • Cervantes Becerra, J. F., Gámez Vázquez, H. G., Hernández Guzmán, F. J., Velázquez Martínez, M., Hernández Alatorre, J. A. y Urrutia Morales, J. (2013). Producción, conservación y aprovechamiento del forraje de mijo perla en el altiplano potosino. Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP). http://www.inifapcirne.gob.mx/Biblioteca/Publicaciones/971.pdf
  • Garcés Molina, A. M., Berrio Roa, L., Ruíz Alzate, S., Serna DLeón, J. G. y Builes Arango, A. F. (2004, junio). Ensilaje como fuente de alimentación para el ganado. Revista Lasallista de Investigación, 1(1), 66-71. https://www.redalyc.org/pdf/695/69511010.pdf
  • Martínez-Fernández, A., Argamentería Gutiérrez, A. y De la Roza Delgado, B. (2014). Manejo de forrajes para ensilar. Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentaria (SERIDA) del Principado de Asturias, Villaviciosa, Asturias, España. http://www.serida.org/pdfs/6079.pdf
  • McDonald, P., Henderson, A. R. y Heron, S. J. E. (1991). The biochemistry of silage (2.a ed.). Chalcombe Publications.
  • Moore, K. J., Collins, M., Nelson, C. J. y Redfearn, D. D. (Eds.) (2020, agosto). Forages. Volume II. The science of grassland agricultura (7.a ed.). John Wiley & Sons Ltd.
  • Obinwanne Okoye, C., Wang, Y., Gao, L., Wu, Y., Li, X., Sun, J. y Jiang, J. (2023, enero). The performance of lactic acid bacteria in silage production: A review of modern biotechnology for silage improvement. Microbiological Research, 266. https://doi.org/10.1016/j.micres.2022.127212
  • Urrutia Morales, J. y Meraz Echavarría, O. (2004, octubre). Elaboración de ensilaje de buena calidad [Despleglable para productores No. 18]. Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP). http://www.inifapcirne.gob.mx/Biblioteca/Publicaciones/102.pdf
  • Weinberg, Z. G. y Muck, R. E. (1996, octubre). New trends and opportunities in the development and use of inoculants for silage. FEMS Microbiology Reviews, 19(1), 53-68. https://doi.org/10.1111/j.1574-6976.1996.tb00253.x